Un sensor de fatiga para salvar vidas en las carreteras
El entrenamiento profesional como conductor te exige atender varios frentes de responsabilidad en la prevención de riesgos, como lo señala la Asociación Chilena de Seguridad.
Si eres un conductor que transita permanentemente a lo largo de las carreteras del país, sabes lo demandante que es permanecer alerta durante horas combatiendo distractores, la fatiga y la somnolencia.
La rutina de las carreteras y el hecho de que tu vehículo se convierte en una especie de “hogar rodante”, te obligan a entrenarte para reducir los riesgos de accidentes de tránsito.
Esta pericia profesional que combinan la responsabilidad y conocimiento del área de trabajo con la experiencia, tiene un gran aliado en la tecnología del sensor de fatiga.
Este es uno de los beneficios con el que se cuenta hace un tiempo, para detectar situaciones de riesgo de las que ni el más experimentado conductor está libre de afrontar.
Sensor de fatiga: cuando el cansancio mata
Todo trabajo te permite un rendimiento máximo de horas para evitar la fatiga, y el de los conductores con mayor razón, especialmente en el transporte de carga y de personas como son los buses.
Este es un aspecto que para nada es trivial, considerando que “el transporte terrestre sigue siendo el segundo sector más riesgoso”. Esto significa que si eres conductor te juegas tu vida y de la de muchos otros cada vez que manejas.
En el 2011, en Chile se registró un gran peak de 110 muertes causadas en accidentes de tránsito por camiones, según las cifras que entrega la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito.
Esta cifra motivó la realización de una intensa campaña de concientización y seguridad en años posteriores por parte de esta entidad, y que ayudó a regular el cumplimiento de las jornadas adecuadas de trabajo.
Sin embargo, el mismo organismo admite las limitaciones para fiscalizar el seguimiento de las normas porque debe hacerse en las carreteras. Con mayor razón, te podrás imaginar la dificultad para detectar cuándo la fatiga, la somnolencia y otros riesgos superan a los choferes.
Cifras, infracciones y el costo de la fatiga
En Chile, la fiscalización del cumplimiento de las normas denunció “infracciones a la jornada de trabajo” que “fueron las más sancionadas”.
Tan solo en el “2015 se hicieron 4.545 fiscalizaciones al transporte de carga por carretera, aplicando 2.237 sanciones por un monto total de 2.185.664 millones de pesos.”
De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, algunas de las infracciones que más se controlan son:
- No llevar registro de asistencia o no llevar correctamente ese registro
- Imputar a la jornada ordinaria los tiempos de descanso a bordo
- No otorgar descanso mínimo de dos horas después de manejar cinco horas
- Manejar más de cinco horas continuas
- No contar el camión con litera adecuada para el descanso
A pesar de la vigilancia de las normas, en el 2015, la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito registró una cifra de “6.045 accidentes, causantes de 84 muertes, 226 heridos graves y 1.483 lesionados.”
En estas cifras, “116 fueron causados directamente por la fatiga o el uso de drogas para atenuar sus efectos.”
Sensor de fatiga: los límites humanos que la tecnología supera
Nada reemplaza la conciencia y la responsabilidad de un conductor y su empresa al hacer debidamente su trabajo, vigilando el cumplimiento de las reglas, pero es verdad que también somos seres falibles. Nos equivocamos.
Estar atentos a los signos de fatiga con el respeto de las normas que promueve la campaña internacional “La Fatiga Mata”, y que actúa “a favor del derecho de los conductores de camiones para conducir con el descanso apropiado”, puede resultar insuficiente. Es aquí donde la tecnología aporta.
Una tecnología que humaniza
Por más que la regulación del trabajo procure disminuir las faltas en el tránsito, hay un espacio que se escapa a ese marco general: las condiciones particulares abren el espacio a los errores.
El uso tecnológico del sensor de fatiga permite identificar las condiciones específicas de cada recorrido terrestre y las condiciones individuales de cada conductor en su jornada de trabajo.
De alguna manera, puede afirmarse que el sensor de fatiga “humaniza” aún más la labor en el transporte terrestre, porque lo que las personas no pueden controlar la tecnología lo complementa.
Detectar los estados de somnolencia y fatiga
Este sistema está compuestos por sensores que monitorean a la distancia y en tiempo real, la atención que tiene el conductor al volante y en la ruta. ¿Cómo lo hace?
El sensor instalado en la cabina del chófer capta y procesa imágenes del conductor con signos de fatiga, somnolencia y distractores, como la posición de la cabeza, los parpadeos que demuestran estados de cansancio en el día, en la oscuridad o con lentes oscuros.
Estas señales llegan a un centro de control donde otras personas hacen el seguimiento de los camiones y buses, allí activan los protocolos que alertan sobre las condiciones de riesgo para los conductores.
El sistema de sensor de fatiga responde con una alarma sonora y vibratoria ubicada en la base del asiento del piloto.
Este acompañamiento tecnológico y humano para los choferes de carreteras, actúan como un “guardián” de su trabajo y su vida.
Si el conductor en primera línea puede garantizar su propia seguridad, también extenderá esa protección a quienes lo rodean. Las empresas de transporte podrán evitar pérdidas irreparables de vidas y recursos.El sensor de fatiga también es un sensor de vida.